viernes, 9 de mayo de 2008

sonetos

Sentir el calor de tus piernas de sol,
y volar en ti, sobre tus planetas,
sobre tus pechos mojados de sudor,
que está comprobado que tienen vida
y que no se influencian por la gravedad,
tan exigente con tu piel canela,
tan ingnorada por sus años mala
tu piel siempre perfecta con la verdad,
con la lucidez y con el aroma,
siempre con la perspectiva adelante,
como si ninguno más se asoma,
a los umbrales luminosos de piel,
por donde la nuez se aceita alreves,
con sentimientos de amor y flor de miel.
II

La música de tu pecho caminante,
se escucha en el viento que trae unos pájaros,
que te siguen con su canto mañanero,
mueve el colibrí sus alas por tu frente,
siguiendo tu compás las hojas oscuras,
caen al suelo como una ilusión suelta,
yo quiero cantar con tigo la cantata,
de la amistad de los cuerpos en la alturas
veo tu amor y tu pasión y la emoción veo
En el haz empañado de la cornisa,
que a mi vista la parece recortar feo
la luz de tu imaginación inspirosa
y el amor que destilas en tu beso leo,
en tu mirada joya grande y hermosa.

No hay comentarios: